Muchas gracias a Checha (Cecilia Guillén), por la poesía que leyó, dedicada al Mar Menor, el día en que arrancó la recogida de firmas en Santo Domingo, de Murcia:
De las olas agrestes,
del enojoso frío
qué estatua harían tus sales
de mirar tanto atrás,
Lot, tu fuiste adelante,
construyendo con chirlas,
caballitos de mar,
anguilas, boquerones,
mçujoles y chirretes,
magres, chapas, chanquetes...
la albufera mundial,
envidia de lago insulso
o del neutral estanque
cerrado y rectangular.
Tus rizados volantes,
diluidos en las aguas,
conferían calidez,
placer estimulante
salado y bien pisado
al son burlón del viento,
catado, cual sazonado sustento.
Horas interminables
te contemplé a ojos llenos
de un transparente índigo,
inhalando tu paz,
tu sosiego, tu amor, tu intimidad.
Miraste atrás cual Lot,
viste la ola infestada
con aguas residuales,
flujos ambientales,
sulfuros e inmundicias,
vertidos comunales.
Robó tu sal, tu luz, desvergonzada;
oxígeno vital que precisabas,
a sus anchas campo de lodo,
las ruppia, cauterpas,
cymonodeas
huyeron asustadas,
e infames poderosos
imposibles obviaban,
tus lágrimas de cieno,
tus aguas residuales...
¡economía al poder
que los pobres
no han de terner placer!.
Muerto estás
y bien lo siento,
lanzaré un juramento hostil:
los asesinos impunes
que hicieron de nostrum vostrum, esos sicarios comunes
¡mueran ciegos en tu mar!.