Porque hay razones más que suficientes:
El Gobierno regional amplió granjas porcinas que autorizó, sin medir su impacto ambiental. El consejero de Agricultura y Ganadería, Antonio Luengo, admite que son 70 las autorizaciones de granjas, relativas al cambio de orientación productiva, que se están revisando. Esas autorizaciones han supuesto aumentar en más de 250.000 los cerdos. El Consejo Jurídico de la Región de Murcia sigue emitiendo dictámenes mediante los que declara la nulidad de las autorizaciones.
Un trabajador por cada 100 cerdos. Las macrogranjas, la ruina de la economía y de las granjas familiares, que son las que dan trabajo. Los botones de las macrogranjas no dan trabajo.
Ganaderos contra las macrogranjas: “Es como si pones un Primark al lado de una tienda de barrio. Los menos pudientes, los trabajadores, los más perjudicados.
Los ambientalistas denuncian que no hay suficientes inspecciones para controlar las explotaciones intensivas, mientras que otros expertos apuntan a la necesidad de diferenciar los productos de la ganadería extensiva en el mercado.
El Gobierno de Murcia ignoró varios avisos de que las macrogranjas de cerdos contaminaban el Mar Menor: Un informe del propio Ejecutivo autonómico de 2019 avisaba de que las balsas de purines estaban descontroladas.